Aún recuerdo de muy joven, sí, han pasado muchos años, escuchar algún blues lento con piano, una voz llena de humo y un saxo cuyos sonidos, suaves, elegantes, absorbían el espíritu de la canción. Yo no sabía aún qué era el blues, pero lo tenía dentro. Aún no estábamos contaminados por los mercados, éramos, mal que bien ciudadanos, no clientes o usuarios como ahora, que para participar en la vida pública debemos incorporarnos a la legión de no atendidos en su servicio de atención, léase urna cada cuatro años. Si llama / vota porque está hastiado marque 1 / deposite papel higiénico en blanco, si no está de acuerdo con el sistema no marque nada porque enseguida estaremos con usted, el servicio de atención a su mente enferma, ¡¡¡ capullo ¡!!, mira que querer escapar de la maravilla de sociedad global que hemos montado para usted la UE, el FMI, el tío Sam (yo soy del tío Tom), los Bancos, las agencias de “rating”, las burocracias de todas las comunidades autónomas, los consultores, las subcontratas, la mierda que solo huele cuando nos toca limpiarla de nuevo….. Hablaba de blues y Memphis Slim fue uno de los primeros bluesmen que escuché en un LP comprado con mi escaso dinero. Los otros discos fueron de Sonny Terry & Brownie McGhee, Frankie Lee Sims, Big Bill Broonzy, Champion Jack Dupree, Willie Mabon, Robert Johnson, Professor Longhair, John Lee Hooker, si no me engaña mi memoria, y algunos de la colección del Living Chicago Blues. “Now, I Got The Blues”, de Peter Chatman exactamente eso es lo que tengo ahora y me ha empujado, después de más de mes y medio, a escribir este “panfleto”. Y me lo está susurrando a la oreja Memphis Slim y el saxo tenor de Cozy Egglestone. Chicago, principios del año 1946. Derrotado por las circunstancias y por el corazón, el saxo tenor se me clava dentro y el lúpulo en el esófago. ¿Hablo de los 70 o del siglo XXI? Quizás podría ser un buen blues aunque es un tango, “Ya mis perros se murieron y mi rancho quedó solo. Falta que me muera yo para que se acabe todo” (Gardel y Razzano). También se decía en el 68 que “Exagerar era el arma” y sin saber nada de París, ni de revolucionarios, ni del existencialismo, ni del situacionismo, los negros del blues, del puto blues que se me mete por las venas, ya pensaban y actuaban así. Exageraban sus hazañas, sus pobres y terribles vivencias, ¿no era lícito que mintieran? Que aprovecharan las “ventajas” que les dieron los blancos para contar historias, unas cantadas, las auténticas, y las otras sobre su vida, irreales y verídicas a la vez, ¡qué paradoja y qué ilusión hacerlo! Te escuchaban y/ o grababan, escribían, y era publicado……. ¿Porqué no dejamos que un niño de Bangla Desh cuente su historia sobre cómo es capaz de hacer un pantalón vaquero a cambio de unas miserables rupias o cómo coño se llame la puta moneda de Bangla Desh? Falta el Alan Lomax del siglo XXI. “Nobody Loves Me” la grabó Memphis Slim en Chicago en 1948 con la única compañía de Ernest “Big” Crawford al contrabajo. Más tarde comprendí que era el “Everyday I Have The Blues” la cual había sido grabada por primera vez por Aaron “Pinetop” Sparks en Chicago el 28 de julio de 1935, acompañado de Henry Townsend a la guitarra. Aaron, con su gemelo Milton actuaban como “Pinetop & Lindberg” en la escena de St. Louis. Mientras Milton estaba en la cárcel por asesinato, se grabó esa tétrica canción que os dejo para descargar en este enlace. Merece la pena. Y yo también estoy “Movin’ On Down The Line”.
¡¡¡¡ Sed felices y escuchad el viejo Blues!!!!
También gracias por leer esta incongruencia nocturna.
lunes, 31 de mayo de 2010
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